Cuando el hormigón ha alcanzado la resistencia necesaria para contrarrestar la fuerza de retracción de los cables de pretensado interiores, una buena práctica es liberar gradualmente la tensión antes de cortar el elemento a la medida. Esto minimiza los riesgos de que el hormigón se agriete si la tensión fuese liberada mientras se realiza el corte cuando la totalidad del elemento a lo largo de la pista esté aún bajo tensión. Sin embargo, esta recomendación es a discreción del cliente y depende del grado de seguridad y eficacia deseado.